martes, 18 de mayo de 2010

Perfumes


Columna de la Revista ya Martes 13 de Abril, por Josefina Licitra (redactora del diario La Cipitica de Argentina, autora de los Imprudentes, y colaboradora de Gatopardo, Soho, y Etiqueta Negra.)
Esta columna se hizo para comentar los perfumes usados por las entrevistadas, encontre genial esta descripción, profunda y a la vez divertida, muy espontanea, me encantó. Por algo me di este timepo para trascribirla, es que pensé ¿si no lo hago? esta revista se ira a la basura en alguno que otro reciclado o lisa y llanamente se quedara en el archivo Ya. ¡La quiero en mi blog!... Por algo es de ropa usada...


"TRUE LOVE
O REGRESO DE LA FELICIDAD Por la Periodista Josefina Licitra.


No: no es como vestido. No es como un sombrero ni como un collar ni como un calzado ni como un calzón ni como un amante ni como nada que pueda sujetarse al estado de ánimo. El perfume ni siquiera es humor en sí mismo: es, a lo sumo, una línea no escrita. Una nota callada. Un recurso lírico que muestra la única parte tuya que no se ve: La que quisieras ser.
Eso es lo que sé. Que el perdumo no es un manto de pudor sobre los malos olores, sino una crucial revelación.
Y eso, también, lo que ignoré durante muchos años.
El primer perfume que recuerdo fue Chanel N° 5 que me regaló mi abuela, empeñada en hacer de mí una "mujer clásica". La defraudé. El Chanel nunca me sentó bien. Apenas me ponía unas gotas me sentía envejecer y a la vez regresaba, de modo paradojal, una única escena de mi infancia: Mi abuela y yo, tomando el té en el jardín de invierno del Hotel Alvear, con la mesa brotada de dulces y la sensanción de estar viaando en un mundo de olores pesados. Y prestados. Yo no era yo en el Hotel Alvear, del mismo modo que no era yo en el Chanel N° 5.
Todavía guardo el frasco, casi intacto, en el estante de fragancias que me regalaron y no uso (tiffany, Organza, Giorgo, Lou Lou, Poison, Anais Anais, J"dore, etcetera). No es que estén ahí por feas, por leindrosas o por ingenuas: Estan ahí por ajenas. Porque si es cierto que el perfume es también una música - por algo en ambos casos se habla de "notas-, Todos ellos me sometían a ritmos que yo no quería, ni sabía, seguir. Un desencuentro que empezó a cambiar cuando entré al mercado del trabajo y compré, por primera vez, un perfume elegido por mí de principio a fin. Se llamaba True Love, era de Elizabeth Arden y era - en palabras de marketing- "una refrescante fragancia que posee una combinación de notas de loto, iris, jazmín, acompañada de distinguidas notas de sándalo y musk". En síntesis, el True Love encerraba todo lo que yo quería rescatar de mí misma: cierta liviandad, una dosis de frescura, y unas ganas infinitas de bailar mi propia música. Además, claro de la fala de packaging. Que un perfume consista en un frasco y una tapa me parece, a esta altura, casi revolucionario.
Así que en eso estaba, danando sobre mis maravillosos zapatitos de cristal, cuando llego EL DÍA Terrible. El True Love con el que había establecido efectivamente un amor verdadero, una sociedad conyugal, algo bastante parecido a un "lazo" desapareció de los escaparates. La noticia me dio la dio una vendedora de free shop.
-Ah, no, no lo frabrican más- dijo ella con un único rostro posible: sonrisa y rouge.Luego dio la vuelta y me ofreció- sonrisa y rouge- probarlos todos. La sensación fue espantosa. Fue como quedar viuda y que al instante una vendedora a comisión te diga "bueno, tengo cinco rubios más, elige el que quieras. Incluso podrías encontrar una más barato".
- ¿Cómo?- yo no entendia. Sólo por hacer algo, tome todos los perfumes que me extendía la chica: el 5th Avenue, el Red Dooor, el Splendor, el Provocative, el Green Tea. Olí uno tras otro del mismo modo en que otra gente se pone a fumar. Perno ninguno tenía lo que tenía el True Love.
Pasé de todos estos años sola o mal acompada, que para el caso es lo mismo. Hasta hace un par de horas, buscando el nombre en internet como se busca la cara de un ex novio en un Facebook, me enteré de que lo siguen vendiendo. Y más aún, encontre un foro de chicas desahuciadas escribiendo frases como "¡me lo regalaron para mi casamiento y tardé diez años en volver a encontrarlo!"¿Quién lo tiene?, ¿ Puedo comprar de a varios?", "Dios mío, si no fuera por internt oleríamos fatal", y "Esa inútil me dijo que no se fabricaba más".
Bueno, en realidad este último post lo hice yo. Ya se sabe lo excesivas- y violentas- que podemos ser las mujeres cuando hablamos de amor, y encima se nos terminó el perfume. "

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